lunes, 21 de noviembre de 2011

Como mirar al sol fijamente

Algo me pasa con algunos autores. No los puedo leer. No los quiero leer, más bien. Por más que lo intento no puedo leer más de tres líneas sin apartar los ojos, como si estuviera mirando al sol directamente. Aparto la mirada con gesto molesto y luego me cuesta volver a fijar la mirada. Me pasa con Alberto Olmos, por ejemplo, me puede parecer original pero no puedo leerlo más de tres líneas y creo que es porque no encuentro ninguna sola idea en lo que escribe. Es reactivo, como un test de orina, nada más. No entiendo ni lo que dice, ni lo que quiere decir. Será por incapacidad, claro, pero no puedo hacer más. No es el único, pero es el que me viene a la cabeza. Y como viene se va.
También dejándome algo mustio, y de poca gana.


Torre Iberdrola.

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